Realidad (1)

Parece más fácil de lo que parece pero no es nada fácil. Pensar la internet, red blanca de hilos omniscientes que nadie conoce, es como despeñarte por la nada toda una vida y tener sólo miedo de la muerte. Dejando a un lado licencias poéticas. Qué realidad, se pregunta uno, tiene la internet. ¡Y por qué no decir intraned! Si ya Unamuno habló de la intrahistoria, deberíamos sin duda, echarle un vistazo a ese concepto para poder hablar un poco de la intraned. Busquemos pues, la definición:


es decir,  voz introducida por voz introducida por Miguel de Unamuno para referirse a la vida tradicional, que sirve de "decorado" a la historia más visible.1 Comparaba este escritor a la Historia oficial con los titulares de prensa, en oposición a la intrahistoria como todo aquello que ocurría pero no publicaban los periódicos. Más popularmente, los medios designan así a todo aquello que está a la sombra de lo más conocido históricamente. para referirse a la vida tradicional, que sirve de "decorado" a la historia más visible.
Partiendo de esta base, podemos dar los siguientes saltos relacionales:
1. Que la internet o como nos podría gustar llamarla de aquí en adelante, intrared, es una intrahistoria, lo que quiere decir

  • 1. Que internet es a la historia, lo que no sale en los periódicos a lo que sale en los periódicos. p.e: los vagabundos, los suicidios, la depresión, etc
  • 2. Que internet podría ser el periódico de los intrahistoricos, cuyas historias son, en la medida en que se las cuentas a las otras gentes que se alimentan de ellos en la misma manera, y sería en las redes sociales como FacebookETC donde se ven realizadas
  • 3. Que mirando retrospectivamente la historia de la humanidad gracias a la permanencia de la inmaterialidad del contenido en la red, podemos decir que lo que hemos llamado hasta ahora historia no ha sido más que el sedimento de la sangre de unos pocos y el esfuerzo olvidado de otros tantos, que gracias a una clase artesana o artista podemos decir, ha conseguido mantener un relato, capaz de abarcar de tal o cual época hasta el presente.
  • 4. Que hemos llegado al final de la historia.
  • 5. Que hemos llegado al final de la historia del arte.
  • 6. Que no sabemos si Hegel pudo haber imaginado un espíritu mas socarrón e irónico pero seguro que si Sócrates hubiese conocido a Hegel le hubiera hecho una broma cuyo lugar ahora ocuparía internet.
  • 7. Que el relato que se ha mantenido hasta nuestros días ha sido el relato de la identidad y la propiedad que han usado aquellos que han poseído los medios de producción de subjetividad a través de los cuales han logrado edificar complejos de verificación tales para conglomerados de sentimientos innominados, que incluso han encontrado la forma de adormecer para siempre la obstrucción de estos sentimientos, a través del duermevela y los fármacos
  • 8. Que el Otro ha sido el gran miedo de Occidente, de los griegos con sus bárbaros pasando por el psicoanálisis hasta llegar a la continuidad de selfies impuestas a cada variación del paisaje
  • 9. Que si el Otro no existe y la historia tampoco, y el tiempo y el espacio de la conciencia son sin duda ámbitos que deben ser repensados, hemos de dejar caer la pregunta de que tal vez, internet sea una exteriorización de la mente visible y que haya la posibilidad de que otros entren dentro de nuestras mentes - Aquí deben hacerse muchas salvedades porque esto ha sido escrito, más que en los otros apartados, con vistas a la publicidad de las provechosas explotaciones que esta senda interpretativa podría abrir a la acción en un futuro-
  • 10. Que si internet es la externalización de la mente, hemos de tirar del hilo, y decir que las búsquedas en google, las publicaciones, las identidades a las que nos atenemos y aquello que compartimos hablan de nosotros de la manera más sincera que se pueda, y que cuando tiramos de una frase para sacar algo de la googleliana búsqueda, estamos entablando verdaderos procesos sinápticos que se reflejan en la pantalla, y que podemos seguir el recorrido de todo un proceso de conocimiento a través de las ventanas que se abren en el buscador, las imágenes, aquello que guardamos, aquello que dejamos para buscar más tarde, aquello que dejamos de lado y aquello que compartimos, etc
  • 11. Que, que los medios de producción se apropien de internet, es el paso más grande hacia la robotización de la humanidad como mera productora al que hemos llegado hasta el momento, por lo demás, todos los pasos que hemos dado como humanidad han sido la cumbre de su robotización como mera productora, y hablo aquí, de los científico-técnicos.

Dormir y limpiar (2)

Lo que iba diciendo, aunque no lo he releído, dormir y limpiar, asideros que marcan el transcurso. Por supuesto, podemos entender el transcurso del tiempo, pero a lo que me refiero más bien, es la misma condición de la temporalidad, es decir, que dormir y limpiar nos ayudan a decir que ha pasado algo. Tal vez esto pueda sonar banal cuando hay tantísima gente que mira su reloj de pulsera cada cinco minutos, pero no hablo aquí de la adherencia numérica a la cuadrícula-huso horario, sino de la sujección escenificada a través de la cual transcurrimos por nosotros mismos y a través de la cual establecemos las señales y organizamos lo vivido de tal manera que podamos decir que han sido digeridos por nosotros. Así es como el pensamiento se aferra a la realidad.

Pero hoy toca decir, yendo más allá de lo que dijimos ayer, cumpliendo con lo que acabo de decir más arriba - he tomado el asidero-entrada-dormir y limpiar(1), que se parece mucho a una url- para ir hacia delante dentro de mí misma, puesto que había algo sólido sobre lo que asentarme. Y bien, consecuentemente con ésto y llevándolo hasta sus últimas consecuencias, hemos de decir que toda decisión-segregación en la realidad tiene este efecto, hacerse una selfie, ver el telediario, pintar el guernica... toda acción-obra se asienta de esta manera sobre la realidad.
Claro que aquí cabe toda una disquisición sobre aquello que diferencia la selfie en el baño o despeñándose por un acantilado del Guernica, y lo que cabría decir es que mientras una se produce, sí, como emanación de una conciencia individual, pero que busca subsumirse de manera tan inmediata sobre las dinámicas de poder en las cuales habita- véase facebook-, ser aceptada y así diluida; la otra usa de manera parasitaria estás dinámicas de poder, abriendo con su propia segregación un espacio dentro del cual pueda habitar ella misma.
Para continuar con lo que estábamos diciendo, mientras que la primera adhiere el transcurso de sí mismo a la constante posibilidad de subsumir la imagen que tiene de sí dentro de las dinámicas que dan cabida a su imagen, haciendo que todo transcurso en la realidad haya de ser igualado a ésta posibilidad a través de la expresión de la misma -nunca tan bien utilizado el término expresión-. La otra adhiere el transcurso de su identidad a la producción de coágulos que resultan, sí, de las intermediaciones entre sí y las dinámicas que lo habitan, pero que lo que hace a través de sus acciones es, la obra, es decir, enajena su experiencia de las dinámicas que lo habitan a través de la producción de algo otro capaz de fijarlo a sí mismo como punto de realidad externo sobre el cual permitir una proyección de sí que pueda ser impulsada hacia delante abriendo de nuevo un espacio que no puede ser directamente engullido bajo las dinámicas de poder dadas en las que se ha producido.

Dormir y limpiar (1)

Había yo reflexionado en otras ocasiones sobre el limpiar, habiendo visto toda mi vida a madre y padre recorriendo la escalera uno con escoba, otro con cepillo, recordando el énfasis de mi abuela al hacer la cama, la doble fregada diligente de mi tía para matar hasta el último rastro de huella, me decía, trasponiendo la imagen de mi tío en el sofá sentado mientras le ponían la mesa y la cerveza; esto de limpiar, tan de mujeres, ha sido lo que ha permitido a los hombres pensar en espacios abstractos-eternos, como el suelo que se limpia solo, como la comida que se cocina solo, como el hombre del que hablan todo los discursos de la humanidad, alienado de sus funciones vitales.
Pero limpiando hoy y habiendo reflexionado mucho estos últimos días sobre la identidad, me doy cuenta de que, alejando la limpieza de la crítica superficial que supone la contraposición de los roles de género, la limpieza y dormir tiene mucho en común - y aquí hay que pensar en la sociedad capitalista de insomnes que subcontratan a otros para que limpien sus deshechos y no han de preocuparse por donde defecar-, limpiar y dormir sirven para sentar asideros de la identidad, no de la identidad al uso refractaria, sino de la transversalidad temporal en la que nos reconocemos a nosotros mismos. Dormir y limpiar nos ayuda a asentar la experiencia que ha formado parte de nosotros.